Es uno de los factores agravantes, junto con el stress y algunos estados anímicos como la ansiedad o la depresión.
La alimentación sana, el descanso regular y la actividad física son hábitos que forman parte del tratamiento preventivo de los dolores de cabeza, mientras que el uso indebido o excesivo de analgésicos es uno de los factores agravantes, junto con el stress y algunos estados anímicos como la ansiedad o la depresión.
“Hay tratamientos de prevención no farmacológica para evitar que dolores de cabeza aumenten en severidad o lleguen a afectar la calidad de vida. Primero hay que conocer los factores desencadenantes y en base a eso modificar o incorporar hábitos”, dijo a Télam la neuróloga Teresa Goicochea, disertante en las Jornadas de Actualización en Migrañas, que se realizaron en el Instituto Fleni.
Hidratarse, no dormir ni más ni menos de lo necesario para estar descansados, hacer las cuatro comidas diarias (y no ayunar por más de seis horas) y no excederse en el consumo de sustancias estimulantes como la cafeína, son algunas de las conductas recomendadas.
Realizar actividad física regularmente también ayuda, ya que además de favorecer un buen descanso, genera las endorfinas que intervienen en la “modulación del dolor”.
Por otra parte, y contrariamente al efecto buscado, el “mal uso” o el consumo “excesivo” de analgésicos como el ibuprofeno o paracetamol pueden ser un “factor agravante” de las cefaleas.
“La desesperación y el apuro llevan a la gente a automedicarse, detrás de esto hay mucho marketing”, consideró la médica, quien argumentó que suceden dos cosas: las publicidades promocionan el uso de analgésicos y dicen “usted tiene que estar bien” y, por otra parte, no está socialmente aceptado interrumpir ninguna actividad por un dolor de cabeza: “tengo que ir a trabajar, tengo que ir a la fiesta, suele pensar la gente”.
En 2008, el Instituto Fleni realizó un estudio entre sus pacientes y concluyó que de cada 100, 70 incurrían en un exceso de medicación analgésica.
“Cuando los pacientes van al médico ya están tomando ibuprofeno dos o tres veces al día. Si se toman analgésicos 15 o más días al mes, y ese hábito se sostienen en el tiempo, ya hay un uso excesivo que hace que después nada les alivie”, explicó Goicochea.
La médica también opinó que “no se toma con seriedad” este tipo de dolencias, y remarcó que es necesario consultar con el médico para determinar qué tipo de cefalea se padece, ya que para cada una hay un tratamiento.
“Es importante saber que hay distintos y nuevos tratamientos, que hay una lista muy grande de medicación así como tratamientos de neuromodulación” para aquellos casos en que el organismo rechaza los medicamentos o éstos simplemente no funcionan, añadió.
Si bien en Argentina no hay estadísticas precisas sobre la cantidad de personas afectadas por cefaleas, se estima que el 15 por ciento de la población mundial las padece, y que en mayor proporción se trata de mujeres.
“Hay un vínculo entre las migrañas y las hormonas, por eso a veces los dolores aumentan en los días previos a la menstruación, en estos casos hay que hablar con el ginecólogo sobre qué anticonceptivo elegir”.
La médica también recomendó llevar un registro tanto de la medicación que se toma como de los días, momentos y situaciones en que aparecen los dolores, ya que esta información es muy valiosa para el médico a la hora de dar un diagnóstico y encarar un tratamiento; de estos diarios puede surgir qué provoca las cefaleas, si es algún alimento o medicación, si es tensional, hormonal o debido a la falta de descanso.
Por otra parte, comentó que a veces es necesario un tratamiento conjunto en el que participan diferentes especialistas, como cuando hay trastornos del sueño o estados anímicos de ansiedad o depresión.